¿Estás en busca del diamante perfecto? Descubre cuáles son las características que tienes que buscar y por qué para que tenga ese brillo tan único.

 

Desde la antigua Grecia, los diamantes han ocupado un lugar especial e importante en la sociedad. De acuerdo a sus mitos, éstos eran las lágrimas de los dioses y más adelante, en los años 30s cuando la campaña “a diamond is forever” se lanzó, éstos se convirtieron en una de las piedras preciosas más codiciadas por el público.

Marlyn Monroe

Foto: Jeweller Magazine

Un collar, anillo o brazalete con esta piedra preciosa demostraba estatus y clase. También, la costumbre de proponer matrimonio con un anillo de diamantes inició en 1477 cuando el Archiduque Maximiliano de Austria, le propuso matrimonio a María de Borgoña con un anillo de diamante. Algo que se haría costumbre entre la realeza y los más ricos de la sociedad.

 

Actualmente, el proponer matrimonio con un anillo de diamante es algo que prevalece como costumbre y ahora existen todo tipo de diseños, cortes y tamaños que los hacen accesibles para todo tipo de gustos. Pero, ¿qué es lo que hay que buscar al momento de ir a comprar un diamante? Como ya lo sabes, las 4C son prácticamente el Santo Grial al momento de tener una guía confiable al momento de elegir tu piedra; sin embargo, el Fuego, Brillo y Centelleo también tienen un efecto directo sobre cómo se ve  y juegan un papel muy importante para aportar ese brillo envidiable.

1. Fuego

 

El fuego es el elemento que más fácil se ve, son los colores del arcoíris que se ve cuando la piedra se mueve bajo la luz. Es una de las características más buscadas en un diamante ya que le dan vida y energía a la piedra de una forma muy particular, cualquiera queda hipnotizado al ver cómo bailan los colores cuando juegas con tus manos bajo la luz. Además, es el elemento que distingue a los diamantes de otras piedras preciosas que no reflejan el efecto arcoiris o no lo hacen tan intensamente.

 

2. Brillantez

 

El brillo o brillantez se debe a los reflejos internos y externos de la luz blanca, es más fácil verlo cuando el diamante se ve hacía arriba. Este elemento es tan importante como los otros dos a la hora de evaluar el grado de corte ya que le da ese brillo característico y propio de los mismos. El brillo es la capacidad del diamante de “devolver” la luz a los ojos del espectador, hace que parezca que la luz del mismo proviene del diamante en sí y no de un juego de reflejos que suceden con la luz de su alrededor.

 

3. Centelleo

 

 El centelleo es ese destello o chispa que se ve al mover el diamante y para lograrlo se requiere el equilibrio perfecto entre el tamaño, disposición y contraste entre las áreas claras y oscuras del diamante. Para realmente apreciar este elemento, tendrás que mover la piedra ya que el diamante atrapa la luz en todas sus facetas y ahí es donde la magia ocurre, algunas reflejarán blanco mientras que otras reflejan colores y esta interacción es lo que hace que un diamante tenga vida.

 

Ahora, cuando estés en busca del diamante perfecto, no olvides preguntar por estas tres características. En Eternity Diamonds tienes la ventaja y confianza de que cada uno de nuestros diamantes es seleccionado para brillar de una forma increíble.


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